El Santo Ecce-Homo de Villa de Leyva es una fortaleza medieval que se impone ante un valle verde, de agradable temperatura y es conocido como el Monumento Universal del Silencio.El 15 de marzo de 1620 se realiza la fundación del convento per su construcción se inició en 1650 y finalizó en 1695, es un edificio sostenido por 33 columnas monolíticas, galerías y arcos de medio punto. En su arquitectura se conjuga el arte mudejar o morisca y técnicas de arte románico, gótico o renacentista.
El monasterio tomó el nombre de la pintura de Jesucristo o Santo Ecce Homo, que fue obtenida tras un saqueo a Roma, en 1527, la pintura es traída por el soldado y conquistador español Juan Mayorga Salázar. En abril de 1600, Su hija, Catalina Mayorga Casallas tiene una revelación en un sueño, donde el apóstol San Bartolomé, le pide fundar un convento. Así su hermano, Don Juan Mayorga Casallas, heredero de la pintura del Santo Ecce-Homo y la encomienda, es quien quiso hacer un convento dedicado a recordar perpetuamente la pintura.
El monasterio del Santo Ecce-Homo es misterioso y encantador. Esta conformado por tres capillas, una sacristía, los sectores habitacionales, un dormitorio, la cocina, comedor, alacena, un gigantesco solar, el claustro, dos salones de conferencias y una cafetería. El campanario, que no tiene torre sino una simple espadaña y el coro, que se ubica al final de los 28 escalones de piedra de casi dos metros de ancho. Al lado de la iglesia se encuentra un interesante cementerio donde reposan los restos de muchos frailes y de innumerables vecinos.
La historia del monasterio del Santo Ecce-Homo está llena de conquistas, desalojos, guerras y retomas, en sus paredes han quedado las huellas prehispánicas, rastros de la evangelización indígena, la guerra de independencia y del poderío de religioso de la comunidad Dominica que finalmente les permitió retornar a su valioso monasterio.
Natalia Pantoja
Rocio Chacon